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Poesía

Y qué es la poesía sino una forma sana de locura...
Poeta que no esté loco...no es poeta

El Parto poético

La poesía es un continuo parto, con todo y dolores
pero no se paren niños, se paren versos

domingo, 29 de junio de 2008

Hay poetas de poetas y escritores rebuscados

Hay poetas de poetas
y hay escritores rebuscados.
No es poesía
tomar un diccionario,
buscar cien palabras elitescas
y armar con ellas un tema plástico
dándole vueltas una y otra vez
al mismo disco rayado.
(La técnica es buena
el fin es errado)

Es poeta el que logra plasmar
con sencillez y elegancia
la sensibilidad en la hoja de papel,
aquél que cincela una lágrima a la mejilla,
aquél que tatúa una sonrisa a flor de labios,
aquél que tañe una soberana carcajada en boca ajena...

Hacer brotar un manantial de emociones,
forjando rabias y enconos solidarios,
despojando a la solidaridad de sus mieles,
fraguando embestidas de empatía:
Eso... ¡eso sí que es poesía!

¿De qué sirve el tema plástico repetitivo?
falto de sensibilidad e imaginación,
falto del coraje de abarcar lo desconocido
por temor al fracaso y a la burla.
¡Dos mil quinientos fracasos encendieron un bombillo!
e innumerables fueron las burlas que pincelaron la Gioconda.
Y la historia nunca recuerda los errores de los genios,
sólo estampa sus aciertos...

El escritor plástico rebuscado,
aquél que teme experimentar
es un famoso efímero;
nadie lo recuerda post-mortem.

Pero el osado, el valiente,
el que sabe que cada basura que imprime en la hoja
es un paso más hacia su joya literaria,
ese que comprende que cada fracaso asumido
es un escalón más hacia su estruendoso éxito,
y a pesar de burlas y de errores no se amilana,
-disciplina, dedicación y práctica, mucha práctica-
ése...ese es quién trasciende la muerte.

Tomar un diccionario,
hallar cien palabras elitescas
y armar con ellas un carrusel
que le da vueltas eternamente al mismo eje,
eso... eso lo hace un niño de diez años
¡y le queda bien!
hueco, insípido,
pero bien.

Y parafraseando el refrán:
"Aunque la mona se vista de seda, mona se queda"
debo decir, sin pelos en la lengua:
-Aunque el trillado se unte de literatura, trillado permanece-

He dicho


Gústele a quién le guste
y duélale a quién le duela...

sábado, 28 de junio de 2008

De cómo se hacen las liras.

Si quieres hacer liras,
acepta con amor toda cadencia
que surge de las piras
que forjan la potencia
del ritmo y de la pausa y de su ciencia.

Recuerda que son siete
las sílabas del verso con que inicias;
y aunque mucho te apriete
la métrica que oficias
es bella cada estrofa que acaricias.

Logrado el primer verso,
con un endecasílabo lo sigues;
tras un afán perverso,
astuto lo persigues,
llegando al tercer verso tú prosigues.

Son siete nuevamente
las sílabas del cuarto y del tercero
y cierras ágilmente
la estrofa; cual torero,
con un endecasílabo postrero.

La rima es otra cosa
que vuelve pesadilla la estructura,
pero; luego es hermosa
la lira que figura
cual joya permanente en la cultura.

Primero con tercero
en rima consonante bien completa;
los otros tres los quiero
[también la misma meta]
sin esa monorrima que irrespeta.

Y habiéndolo alcanzado;
el canto de la estrofa que termina,
te sientes consagrado
y sabes se avecina
un enjambre de estrofas que alucina.

viernes, 20 de junio de 2008

¿Por qué me odias tanto? Clase de retórica

Entre epítetos y pleonasmos me acorralas

acumulandome sinónimos sin piedad…

polisindetón; haces, entre quejas y lamentos,

asíndeton; propinas, entre cuitas y dolores,

y luego, en tus elipsis me pierdo.

Retruécanos, reduplicaciones y anáforas

crueles como metrallas, ruidosas como cañonazos,

me desconciertan quitándome el habla y el sueño,

pero son tus anacolutos los que te aventajan

aprovechándose de mis afásicas dotes,

calambures, hiperbatones y perífrasis

destruyen mi entendimiento

y tus quiasmos me marean:

¿será que lo haces a propósito?

Será que quieres que te escuche

¿y no quieres que te entienda?

¿a qué le temes?

Onomatopéyicas resultan tus absurdas paráfrasis

y la metátesis con que me nombras

me hace pensar que piensas en otro,

y me vuelvo sinestésico y vitalmente adormilado.

Me han dicho que me has prosopografiado malamente

ante tus amigas chismosas y mezquinas

pero no me importa, mi retrato es la viva metáfora

de mi etopeya, la verídica metonímia de mis incertidumbres;

la propia alegoría de mí mismo

y por más que de mí hagas caricatura,

yo sigo siendo lap topografía del amor benévolo,

y la más exquisita de las paradojas: yo…humano.

Tus imprecaciones y deprecaciones resbalan

como ríos de símiles ahogándose en humedas aliteraciones,

tus hipérboles, tus sarcasmos e ironías, y esos vulgares eufemismos

respecto a mi persona, no son más que prosopopeyas

o tal vez apóstrofes…porque bien sé que no me dibujas a mí,

tan sólo dibujas una idea que te has construido de mí,

nunca, jamás me describen a mi.

¿Qué te hice?

¿a cuenta de qué me odias tanto?

martes, 17 de junio de 2008

Las batallas del poeta

Si todas las guerras fueran
como las que libran los poetas:
un conjunto de batallas campales
para vencer a la métrica,
para someter a la rima,
y domeñar al acento tónico
obligándolo a caer de hinojos
en la sílaba deseada;

para abatir a la metáfora
y gobernar las metonimias,
para embestir hipérboles
esclavizando las parábolas,
y controlar la alegoría
como un jinete a su caballo de paso,
y aun saquear toda figura
de sus tesoros literarios...

Si todas las guerras fueran
como las que libra el poeta
¡Qué lindo sería el mundo!;
¡y qué distinto este planeta!

sábado, 14 de junio de 2008

Mi libreta

Siempre la llevo en mi bolsillo
cuadradita
azulita
con resorte
que retiene las hojitas.

Siempre llevo mi libreta
porque el verso, cuando llega
sin aviso y sin protesta
me acorrala donde sea
y si dejo mi libreta
pues el verso se me olvida,
me abandona y se retira
se retira para siempre.

Nunca dejes tu libreta,
llévala siempre contigo,
para el banco, para el bar
para el metro o la mansión
el trabajo, la estación,
el dentista y el doctor
y hasta para la poceta
que si no se te ocurren versos
pues para algo servirá...


Nota: en Caracas, se le llama poceta al Water Close

martes, 10 de junio de 2008

Me niego a aceptar la poesía inútil.

Me niego a aceptar
a la estética como única razón de mi poesía,
que sirva para algo más
que embellecer el polvo de los libros,
que sirva para algo más que adornar los silencios de los cultos,
quiero crear el poema catártico
quiero hallar el poema orientador,
quiero lograr el poema empático
quiero rehacer el poema embriagador…

¡Que nadie diga que escribo lindo!
¡que nadie diga: - no entiendo nada-!
que nadie piense: -este es un sabio-
si nada obtienen de mi versar…

Me niego a aceptar
a la belleza como único fin de mis escritos;
que sirvan para algo más
que embellecer el moho de la historia…

miércoles, 4 de junio de 2008

Métrica esquiva

La métrica a ratos se me pone esquiva,
me mira de reojo con altanería,
me niega; pedante, toda su poesía
me niega; indolente, su presencia altiva.

La métrica exhibe semblante de diva
y solo me otorga fanfarronería,
por eso la busco lleno de alegría
tratando con ello que su faz exhiba.

Al fin me regala su pasión más viva.
Sonriendo y cantando con algarabía
otorga a mis versos tanta fantasía

que baila con ellos danza primitiva:
tambores y liras escoltan sus pasos
llenando de acordes auroras y ocasos.

¿De dónde sale la poesía?

Para hacer una casa
no bastan los planos,
hacen falta también los bloques
las cavillas y el cemento.
En la poesía,
los bloques son las palabras;
las cavillas son la rima y la métrica
y el cemento
se refleja en la técnica;
y en las figuras literarias,

Además:
La poesía no se engendra
en la hoja de papel.
Se engendra en la mente
mucho antes de ser plasmada.
Se engendra objetiva y subjetivamente,
en la observación del entorno
y del propio mundo interior,
a través de la contemplación,
de la meditación,
del dialogo interior
de la visualización.

La poesía no se construye
tan sólo con el raciocinio,
se elabora con ambos lados del cerebro,
y con el corazón,
desde el alma.

Observar,
Contemplar,
Meditar,
Dialogar,
Visualizar,
de allí surge la magia lírica
que pare a la poesía
en la hoja de papel.